La forma de la guitarra ha variado a través de los siglos. Aparte del número de cuerdas, comenta Wilmer Ruperti que el instrumento en sí ha ido progresivamente adaptándose a las necesidades del intérprete hasta llegar a la forma actual.
La guitarra se compone esencialmente de la caja de resonancia, el mástil, el puente, el diapasón, los trastes y el clavijero.
Sus orígenes no son muy claros, numerosos instrumentos del mismo tipo eran utilizados en la antigüedad, se han descubierto representaciones en bajorrelieves asirios e hititas que se remontan a 1000 años antes de nuestra era. No obstante, aclara Wilmer Ruperti que el nombre de guitarra provendría de instrumentos sin mango (kettarah) y esto ha dado lugar a suponer que la guitarra deriva de las cítaras griegas y romanas, a las cuales se les habría adjuntado un mango al comienzo de nuestra era.
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